lunes, 6 de diciembre de 2010

La guerra de vietnam

La Guerra de Vietnam,[3] llamada también Segunda Guerra de Indochina, fue un conflicto bélico que enfrentó entre 1964 y 1975 a la República de Vietnam, o Vietnam del Sur, apoyada principalmente por los Estados Unidos, contra la República Democrática de Vietnam, o Vietnam del Norte, apoyada por el bloque comunista, en el contexto general de la Guerra Fría. En el bando de Vietnam del Norte murieron 10 veces más que en el del Sur. Aun así, tras el fin de la guerra, con el triunfo del norte comunista sobre el sur, la guerra de Vietnam quedó marcada en la moral y la opinión pública como la segunda derrota en la historia militar de los Estados Unidos, después de la Guerra de Corea.
Las facciones en el conflicto fueron, por un lado la República Democrática de Vietnam con el apoyo de movimientos guerrilleros norvietnamitas como el Viet Cong o Frente de Liberación Nacional (NLF, por sus siglas en inglés) y de suministros soviéticos y chinos. Por el otro lado, la República de Vietnam con el apoyo militar y logístico de los Estados Unidos. En ayuda de los estadounidenses también participaron tropas de combate de Australia, Corea del Sur, Filipinas, Nueva Zelanda y Tailandia. Otros países como Alemania, Irán, Marruecos, Reino Unido y Suiza contribuyeron con suministros materiales y equipamiento médico. Contingentes testimoniales en apoyo de los Estados Unidos fueron enviados por Taiwán y España, que movilizó a un reducido grupo de médicos militares en misión sanitaria.[4]
La guerra se distinguió por transcurrir sin la formación de las tradicionales líneas de frente, salvo las que se establecían alrededor de los perímetros de las bases o campos militares, de manera que las operaciones se sucedieron en zonas no delimitadas, proliferando las misiones de guerra de guerrillas o de "búsqueda y destrucción", junto con acciones de sabotaje en las retaguardias de las áreas urbanas, el uso de la fuerza aérea para bombardeos masivos y el empleo extensivo de agentes y armas químicas, constituyendo estas últimas operaciones violaciones de diversas convenciones internacionales de guerra que prohíben la utilización de armas químicas y biológicas.
La cobertura del conflicto realizada por los medios de comunicación permitió la denuncia de las frecuentes violaciones y abusos de los derechos humanos cometidos por los dos bandos, pero autores como Luciano Garibaldi afirman que atraían mucho más la atención las perpetradas por Estados Unidos,[5] alimentando así la creciente oposición de la opinión pública occidental hacia la intervención estadounidense.
Ante la contestación y división de la sociedad estadounidense, los acuerdos de paz de París en 1973 supusieron la retirada de las tropas estadounidenses y el cese de su intervención directa, pero no lograron poner fin al conflicto. Éste prosiguió hasta que, en 1975, tras la toma de Saigón, se forzó la rendición incondicional de las tropas sudvietnamitas y la unificación del país, bajo el control del gobierno comunista de Vietnam del Norte, con el nombre de la República Socialista de Vietnam, el 2 de julio de 1976.
Un dato específico que le añade extremada crudeza e infamia al conflicto es el escalofriante número de víctimas civiles. Según datos de organismos internacionales y en conjunto con el gobierno de Hanoi, para 1975, la guerra habría causado la muerte de entre 3,8 y 5,7 millones de personas,[6] la mayoría de ellas civiles, y graves daños medioambientales. Estas enormes cifras de muerte marcan a la guerra de Vietnam como "quizás" el conflicto más sanguinario después de la Segunda Guerra Mundial.
Para los Estados Unidos, el conflicto resultó ser la confrontación más larga en la que se han visto envueltos. Surgió el sentimiento de derrota o Síndrome de Vietnam en muchos ciudadanos, lo que se vio reflejado en el mundo cultural y la industria cinematográfica, así como en un repliegue de la política exterior hasta la elección de Ronald Reagan en 1980. El precio de la guerra en vidas para los Estados Unidos fue de 58.159 muertes y 2.000 desaparecidos.
Las tensiones de la guerra fría finalmente desembocaron en una guerra abierta en Vietnam. Al principio, los Estados Unidos le proporcionaron al sur ayuda militar solamente. Pero durante la década de los sesenta comenzaron a enviar soldados, cuyo número se elevó a más de medio millón antes de concluir la década.
Vietnam se reunifica
Aunque en los acuerdos de Ginebra se aprobaba la independencia de Camboya, Laos, Vietnam del Norte y Vietnam del Sur se incluyó una cláusula por la cual se celebraría un referéndum en 1958 para decidir si los dos Vietnam seguían por separado o se reunificarían.
Pero antes de que dicho referéndum se llevara a cabo, Ngo Dinh Diem dio un golpe de estado y anuló los comicios. Al mismo tiempo la escasa entidad de Vietnam del Sur como país y la enorme corrupción existente en el gobierno, provocó que el régimen de Ngo Dinh Diem se hiciese tremendamente impopular. Ante esta situación ocurrieron dos acciones paralelas, pero complementarias:
  • Comienzo de la presión de Vietnam del Norte sobre el Sur en forma de entrega de suministros y armas a los opositores al régimen pro occidental.
  • Lenta creación de un movimiento de resistencia contra el régimen dictatorial del presidente Diem denominado Frente Nacional de Liberación de Vietnam, más conocido como Vietcong. El Vietcong comenzó la lucha en 1960 para lograr la caída del régimen de Saigón y la reunificación del país. Su táctica consistía en la guerra de guerrillas que tantos éxitos les trajo en el conflicto anterior.
Al Vietcong le resultaba muy fácil conseguir voluntarios para terminar con un gobierno incompetente, represivo y corrupto. Un aldeano que se unió a ellos declaró que cuando llegaba el cobrador de impuestos exigía a los habitantes del pueblo los tributos y cuando se marchaba prácticamente no les quedaba nada;[1] además el Vietcong contaba con buen número de veteranos del Viet Minh que habían derrotado a los franceses una década antes, aunque la mayoría de aquellos veteranos fueron repatriados al norte tras la Guerra de Indochina.[9]
El presidente Diem murió en 1963 en un golpe de estado, patrocinado por la administración estadounidense de John Fitzgerald Kennedy a quien no le convenía apoyar a un general católico dentro de un país con otra mayoría religiosa; escenas como la que dio la vuelta al mundo de un monje budista sentado en una calle y cubierto por las llamas por el ritual bonzo, para protestar contra la guerra, marcaban las diferencias religiosas entre los dirigentes y su pueblo. Diem, a pesar de su mano dura era el único jefe de estado capaz de controlar la agresión de las guerrillas. Diem fue sustituido por el débil y falto de voluntad Nguyen Van Thieu.

[editar] De nuevo en guerra

Mientras en Vietnam del Norte la cancelación del referéndum no constituyó un escollo insalvable. Su presidente Ho Chi Minh, Vo Nguyen Giap como ministro de Defensa y el politburó, consideraron la independencia de Francia como un paso más de su estrategia a largo plazo. Según esta estrategia la reunificación del país por votación o por la fuerza sería el siguiente paso, e incluso más aún con la posterior dominación de toda Indochina (viejo sueño vietnamita desde la Edad Media).[1]
Los combates por parte de los guerrilleros del Vietcong comenzaron pronto ayudados por los comunistas del norte en forma de envíos de munición, armas, víveres y otros enseres por ruta marítima. También se realizaron algunos envíos por tierra en lo que después fue la famosa Ruta Ho Chi Minh; pero inicialmente los hombres del sur llevaron la iniciativa ayudados desde el mar.
Por su parte el ARVN, el Ejército de Vietnam del Sur, resultaba muy ineficaz luchando en su propio país. El armamento poco adecuado, los escasos pilotos de helicópteros nativos y especialmente la gran corrupción e ineptitud de sus mandos (la mayoría colocados por compromisos políticos entre familias con una escasa cualificación militar y aún más escaso valor) hacían que los soldados del sur se arriesgasen lo imprescindible; incluso viendo luchar a sus compañeros a escasas decenas de metros, no tuvieran confianza en sus mandos y no siguieran las mínimas obligaciones de un soldado. Como ejemplo valga el testimonio de un estadounidense que se asombraba al verlos hacer guardia con una radio a todo volumen.
A pesar de los puntos a favor de los insurgentes, las victorias y la dominación masiva de territorio se dieron cuando llegaron los hombres del norte (como se les ha llamado algunas veces a los soldados del EVN[1] ), porque pese a lo que pueda parecer, no todos los vietnamitas del sur veían con buenos ojos a los comunistas. Tampoco el Vietcong confiaba mucho en sus aliados, y éstos no terminaban de vencer su resistencia a obedecer las órdenes dadas desde Hanoi.
Por estas razones el régimen del Sur no se desmoronó; pero cada vez cedía más territorio. En 1965, año de la intervención directa de Estados Unidos, aproximadamente el 60 % del país estaba en poder del Vietcong y no había expectativas de un cambio en la tendencia porque la iniciativa en los combates la llevaban los guerrilleros y los soldados del Norte.

[editar] Estados Unidos y la Teoría del dominó

Artículo principal: Teoría del dominó
Los avances del comunismo preocupaban a Estados Unidos desde casi el fin de la Segunda Guerra Mundial. Países como Malasia, Indonesia o Filipinas habían estado muy cerca de caer del lado comunista; ya lo habían hecho China, Vietnam del Norte, Birmania, Cuba y todas las naciones europeas bajo la ocupación soviética.
Estados Unidos temía quedar rodeada de una constelación comunista de la que Vietnam sería una pieza más de una cadena. Era la teoría del dominó.
A las razones políticas de geoestrategia se unen los intereses económicos de las empresas estadounidenses en esa región. Ya en la época del presidente Eisenhower, se le había instado al apoyo de los franceses para mantener bajo control las explotaciones de caucho, tungsteno, estaño (todos ellos materias primas estratégicas) además del famoso arroz y opio vietnamita, por las que Vietnam era considerada La Joya de Asia.
Esta fue la razón por la que Kennedy continuó con las ayudas al régimen del Sur y el envío de asesores (hasta llegar a unos 60.000). En la década de los 50, Estados Unidos ya había ayudado económicamente a otras naciones y había comenzado la Carrera espacial para conseguir que países como Indonesia no cambiaran de bando.[10] El caso indonesio fue un éxito y la posibilidad de repetirlo se consideraba posible.
Al principio los asesores estadounidenses estaban allí para instruir al Ejército de Vietnam del Sur en tácticas, mantenimiento de aviones y helicópteros, formación de una defensa irregular en las Tierras Altas Centrales y otras funciones auxiliares; pero no tenían permiso para intervenir en los combates y mucho menos para preparar acciones contra los guerrilleros; aunque se rumorea que más de una vez se saltaron esta prohibición en la que sería, quizá, la primera de una larga lista de violaciones jurídicas e ilegalidades que harían famosa esta guerra.[1] En julio de 1959 el comandante Dale Buis y el sargento Chester Ovnard fueron los primeros estadounidenses muertos en Vietnam durante los ataques a la base de Bien Hoa.
El comienzo
A lo largo de la década de los 60 los asesores estadounidenses habían sido atacados en varias ocasiones e incluso existen rumores de que participaron en operaciones de búsqueda y destrucción junto a los vietnamitas o de forma individual; pero lo que finalmente desencadenó la intervención total estadounidense en la guerra fue el denominado "Incidente del Golfo de Tonkin" el 2 agosto de 1964 cuando el destructor estadounidense USS Maddox que navegaba en una mision de recoplilación de información por el anteriormente mencionado golfo y en aguas internacionales fue atacado por tres lanchas torpederas norvietnamitas que lanzaron dos torpedos que no alcanzaron al destructor siendo una torpedera norvietnamita destruida. El día 3 agosto se une al USS Maddox el destructor USS C.Turner Joy. Continuaron la misión y en la noche del 4 de agosto detectaron en el radar cinco objetos sospechosos que se dirigían hacia ellos en formación de ataque, los dos destructores abrieron fuego y presuntamente hundieron dos lanchas, siendo este segundo ataque a día de hoy motivo de controversia aun. El presidente Lyndon B. Johnson decidió actuar y ordenó el día 5 de agosto atacar con aviones procedentes de los portaaviones USS Ticonderoca y USS Constellation a la flota norvietamita, destruyendo 8 barcos, dañando otros 21, y destruyendo las instalaciones petrolíferas en Hon Gai, perdiendo los estadounidenses 2 aviones por fuego antiaéreo.
Siendo verdad o no este presunto segundo ataque, resultó el desencadenante definitivo para que Johnson solicitara al Congreso aprobar la Resolución del Golfo de Tonkín. Esta resolución conferiría plenos poderes para que los asesores presentes en Vietnam realizaran operaciones fuera del recinto de sus bases, además de poder incrementar la presencia militar en ese país. A estos factores debe añadirse el de ser campaña electoral en Estados Unidos y necesitar Johnson mostrar una imagen de fuerza ante el comunismo que le permitiese ganar votos, incluso su rival tuvo que apoyar la petición.
El Congreso aprobó la Resolución solicitada por el Presidente unos días después de los mencionados ataques. Entonces el gobierno de los Estados Unidos tenía lo que se calificó como el camisón de la abuela, donde debajo cabe todo. A principios de marzo de 1965 desembarcaron en la base de Da Nang los 3.500 marines que se unirían a los 22.500 asesores que ya servían en Vietnam.
Pese a lo que pudiera parecer por la marcha que tomaron posteriormente los acontecimientos, el primer contingente de marines fue muy bien recibido por los habitantes de Da Nang, donde deseembarcaron en marzo de 1965 para proteger la importante base aerea. Al mismo tiempo, en Estados Unidos, el apoyo popular rondaba el 60% de la población; pese a que las protestas en contra y las denuncias al descaradamente clasista sistema de reclutamiento comenzaron muy pronto.
Tampoco debe pensarse que Estados Unidos entró en guerra contra ninguna nación desde el punto de vista del Derecho Internacional. No hubo declaración de guerra ni tampoco una invasión de Vietnam del Sur que este país no hubiera solicitado. Estos motivos hacen que siempre deba escribirse guerra de Vietnam con minúsculas; pues nunca fue reconocida como tal. Este punto hacía imposible imponer una censura de prensa como en cualquier otra contienda hasta la fecha. Por estas características particulares los periodistas pudieron lanzarse a la caza de historias, cosa que resultó más difícil en otros conflictos posteriores, caso de las dos guerras del Golfo Pérsico.
Al igual que buena parte de la población estadounidense y parte de la vietnamita en el año 1965 la mayoría de los medios de comunicación estaban a favor de la intervención.[1] Fue después cuando la actitud de los periodistas comenzó a cambiar. Con motivo de las matanzas que pudieron mostrar, el movimiento pacifista hablaba con conocimiento de causa, el cambio de actitud de varios políticos, como el propio McNamara, y el horror de una guerra de guerrillas fueron invirtiendo la actitud de los periodistas hacia el conflicto de Vietnam y siendo esta, la falta de apoyo popular, una de las causas de la derrota. Otros autores, entre los que destaca el propio Ejército de Estados Unidos, prefieren concretar que fueron las restricciones impuestas por los políticos a los militares, a consecuencia de la presión mediática entre otras, las que contribuyeron decididamente a la derrota.[1]
Estados Unidos quería dejar claro que había llegado al sudeste asiático para quedarse y, en segundo lugar, deseaba desplegar su enorme potencia de fuego con la que aniquilar a su enemigo en poco tiempo.
Para lograr el primer objetivo los envíos de más soldados no cesaron en varios años y a finales de 1965 ya eran más de 100.000 los efectivos destinados a Vietnam. En la parte presupuestaria el primer año del conflicto Estados Unidos destinó 1.000 millones de dólares en ayuda, gracias a esta riada económica los suministros alcanzaron la cifra de casi 10 millones de toneladas al mes. Además Estados Unidos siempre se ha enorgullecido de abastecer bien a sus soldados con uniformes limpios cuando no podían bañarse, regalos de casa e incluso periódicos.[11] Los militares llegaban incluso a garantizar al menos una comida caliente al día para todos sus hombres, llevadas en tarrinas de aluminio en helicóptero, aunque a veces la variedad creaba algo de desorganización y errores en la rotación de los ingentes recursos disponibles. Un veterano se quejaba de que recibían uniformes nuevos, galletas y otros artículos, pero ni una sola comida decente en siete días.[11]
Las cosas resultaban muy diferentes para los enemigos. Ellos pasaban necesidades de medicamentos, víveres e incluso agua en sus magníficos sistemas de túneles; tanto es así que los estadounidenses montaron una base sobre el sistema de túneles de Cu Chi, sin darse cuenta nunca de lo que tenían debajo, los vietnamitas salían principalmente para robar comida.
Toda esta ingente cantidad de materiales y suministros requería una enorme cadena logística que lastró mucho al Ejército y lo convertía en un elefante lento y torpe, como lo veían los comunistas. Así uno de cada siete soldados estadounidenses se vio realmente envuelto en combate, los demás pertenecían a cuerpos logísticos, administrativos, médicos, mecánicos.[11]
Para cumplir la segunda meta, el despliegue de potencia de fuego, los camiones y los helicópteros llevaban cañones de distintos calibres a donde hiciera falta para dar cobertura a las tropas de infantería. Cuando las piezas no podían descargarse por lo espeso de la selva aviones de distintos tipos lanzaban bombas de cientos de kilos de explosivo que abrían un cráter para permitir el aterrizaje de los helicópteros.[12] También comenzó a equiparse a los helicópteros con misiles y pronto aparecerían los nuevos helicópteros artillados.
Con todo este poder en sus manos se organizaron varias operaciones de gran envergadura, siendo la primera y más importante la llamada Operación Starlight, contra el Vietcong, y la más sangrienta, la del valle de Ia Drang contra el EVN principalmente.
Aunque en ocasiones quizá dependieran demasiado de los helicópteros, resultó un arma formidable, como quedó perfectamente demostrado en el valle de Ia Drang donde estas máquinas realizaron una fundamental misión para transportar a los hombres al centro de la batalla, aprovisionarlos y extraer a los heridos. Más aún lo fue en la Operación Starlight que fue la primera prueba de fuego para los marines. A principios de 1965 los estadounidenses pusieron en marcha la Starlight y lograron sorprender primero y arrinconar después al Vietcong en la península de Noh Nang. Una vez allí pudieron destruir a los guerrilleros con todo el armamento a su alcance: armas portátiles, artillería, aviación y artillería naval de los cruceros fondeados en el golfo de Tonkín. La victoria estadounidense resultó contundente. En la batalla de Ia Drang la misión fue encontrar al enemigo y aniquilarlo. Unos 1500 soldados norvietnamitas perdieron la vida, frente a 234 estadounidenses. Debido al recuento de cadáveres, la batalla fue declarada una victoria por el ejército estadounidense.
El éxito de la Operación Starlight y en Ia Drang, unido a lo aprendido en Corea en evacuaciones sanitarias (también sobre las mismas selvas de Vietnam cuando sólo eran asesores) fueron la prueba de fuego para este nuevo medio de transporte y también de guerra, en palabras del propio general William Westmoreland.[12] No sólo para salvar heridos, sino para llevar todo lo necesario a cualquier sitio por difícil que fuera e incluso atacar a tierra con ametralladoras y poco después con cohetes.[13]
Ya en agosto de 1962 el informe Howse calificó de "necesario y deseable la adopción del concepto de movilidad aérea en el Ejército"[14] y las reticencias que el Pentágono pudo tener a los aparatos de ala variable quedaron disueltas por completo. Se redactaron planes para formar nuevas unidades que formarían la Caballería Aérea, transportada, apoyada y abastecida por helicóptero. Hombres de la 2ª División de Infantería fueron transferidos a la nueva división y el 1 de julio de 1965 nació la 1ª División de Caballería Aérea.[14]
Sin embargo, en batallas más o menos convencionales, los guerrilleros vietnamitas aún tenían cartas que jugar y lo demostraron en el mes de junio, cuando desintegraron por completo el 51º batallón del ARVN. En una acción sorpresa, cerca del golfo de Tonkín.
Pero la lección de lo terrible que podía ser la potencia de fuego y el empleo del helicóptero la recibió también el EVN en noviembre cuando esperaron a los estadounidenses en el valle de Ia Drang, en las Tierras Altas Centrales. Pese a la desproporción en el número de contendientes, un batallón de caballería aérea (casi 400 hombres) por parte de los estadounidenses contra casi 4.000 combatientes del EVN y el Vietcong, la potencia de fuego de los primeros fue tan grande que la batalla se perdió con terribles bajas para los hombres del norte.

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