Se conoce como Revolución Sandinista o Revolución Nicaragüense al proceso abierto en Nicaragua en 1978, y que se extendió hasta febrero de 1990, protagonizado por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (llamado así en memoria de Augusto César Calderón Sandino) en el que se puso fin a la dictadura de la familia Somoza, derrotando al hijo de Anastasio Somoza, Anastasio Somoza Debayle, sustituyéndolo por un gobierno de perfil progresista de izquierda.[1]
La lucha contra la dictadura de los Somoza, que ya había comenzado a finales de los años 50 del siglo XX se intensifica significativamente en 1978. En marzo de 1979 se firma el acuerdo de unidad por parte de los representantes de las tres fracciones sandinistas y se decide impulsar la lucha. En junio se hace el llamamiento a la "Ofensiva Final" y a la huelga general y el 19 de julio de 1979 las columnas guerrilleras del FSLN entran en Managua, con un amplio respaldo popular, consumando la derrota de Anastasio Somoza Debayle.[1]
El nuevo gobierno, formado por un amplio espectro ideológico con presencia socialdemócrata, socialista, Marxista-leninista y con una influencia muy grande de la teología de la liberación, trataron de introducir reformas en los aspectos socio-económicos y políticos del Estado nicaragüense, tratando además los problemas relativos a la sanidad, la educación y reparto de la tierra que el país sufría. Logrando avances significativos y reconocidos internacionalmente.[2]
La oposición armada realizada y organizada por los Estados Unidos, que organizó la llamada contra y hundió al país en una guerra civil, junto a diversos errores de gobierno achacables a la inexperiencia de los sandinistas llevaron a Nicaragua a una posición económica crítica que hicieron que el FSLN perdieran las elecciones de febrero de 1990 en favor de la UNO presidida por Violeta Chamorro poniendo fin al periodo revolucionario.
Antecedentes
La segunda intervención de Estados Unidos en Nicaragua termina en 1933 cuando gana las elecciones el Partido Liberal encabezado por Juan Bautista Sacasa. El 1 de enero de 1933 ya no había ningún soldado estadounidense en suelo nicaragüense, pero en 1930 los EEUU habían formado un cuerpo propio de seguridad, la Guarda Nacional, a cuyo frente quedó, a la salida de los soldados de EEUU, Anastasio Somoza García hombre de confianza de Washington. El 21 de febrero de 1934 El Coronel Elias Riggs, del Ejército Norte Americano, respaldado por Somoza, utilizando a la Guardia Nacional, asesina a Sandino, quien había luchado contra la intervención estadounidense y había sido el líder indiscutible de la oposición a esa intervención. El cadáver del General César Sandino fue sepultado por los militares de Somoza y hasta el dia de hoy se desconoce el paradero de sus restos. Este fue el primer acto de una serie que llevaron a que Somoza, con apoyo de EEUU, se eligiera presidente de Nicaragua en 1936. Con ello se marcó el comienzo de una dictadura familiar de la familia Somoza que, apoyada por EEUU y auspiciando sus intereses, se instauró en el país.[3]
A comienzos de la década de los 60 del siglo XX, los ideales de izquierda y las luchas por la liberación de los pueblos colonizados de sus metrópolis estaban en pleno auge y dando resultados. El 1 de enero de 1959 entraban en La Habana las tropas revolucionarias que luchaban contra la dictadura de Batista en Cuba y en Argelia se formaba el Frente de Liberación Nacional de Argelia para luchar por la independencia de Francia. En Nicaragua los diferentes movimientos contra la dictadura somocista iban a dar como resultado la constitución del Frente de Liberación Nacional de Nicaragua que sería el embrión de lo que vino a denominarse, posteriormente, Frente Sandinista de Liberación Nacional.
La situación económica de Nicaragua, a mediados del siglo XX, se ve deteriorada al caer los precios de productos agrícolas exportables como lo eran el algodón y el café. Políticamente el Partido Conservador de Nicaragua sufre una escisión y una de las facciones, los que fueron llamados popularmente los zancudos, pasa a colaborar con el régimen somocista. Anastasio Somoza García es ajusticiado por el poeta nicaragüense Rigoberto López Pérez en 1956 y vinculan con esta acción a Carlos Fonseca y Tomás Borge. En octubre de 1958 Ramón Raudales inicia una serie de acciones guerrilleras que constituyen el inicio de la lucha armada contra la dictadura somocista. En junio de 1959 se producen los hechos conocidos como "El Chaparral", un lugar del territorio hondureño, fronterizo con Nicaragua, en donde una columna guerrillera "Rigoberto López Pérez" al mando del Comandante Rafael Somarriba (en la que estaba integrado Carlos Fonseca) fue detectada y aniquilada por el Ejército de Honduras en coordinación con los servicios de inteligencia de la Guardia Nacional de Nicaragua.[4]
Después de "El Chaparral" se dieron varias acciones armadas más, en agosto moría el periodista Manuel Díez Sotelo, en septiembre Carlos Haslam, en diciembre Heriberto Reyes, al año siguiente se producen los hechos de "El Dorado" y se mantienen una serie de acciones donde resultan muertos, entre otros, Luis Morales, Julio alonso, Manuel Baldizón y Erasmo Montoya.[5]
La oposición convencional, hasta entonces liderada por el Partido Comunista de Nicaragua, no había sido capaz de formar un frente común contra la dictadura. La oposición a la dictadura se fue estableciendo en torno a diversas organizaciones clandestinas estudiantiles. Entre sus líderes destacaba, ya a comienzo de la década de los años 60, Carlos Fonseca Amador.
En 1957 Carlos Fonseca Amador, Silvio Mayorga, Tomás Borge, Oswaldo Madriz y Heriberto Carrillo forman la primera célula que se identifica con los principios proletarios. En octubre se forma en México el Comité Revolucionario Nicaragüense que preside Edén Pastora Gómez, Juan José Ordóñez, Roger Hernández y Porfirio Molina.
En marzo de 1959, se crea Juventud Democrática Nicaragüense (JDN), en su constitución participan, entre otros, Carlos Fonseca y Silvio Mayorga. Esta organización tenía la finalidad de llegar a la juventud no estudiantil urbana. A finales de ese mismo año desaparece para dar paso a la Juventud Revolucionaria Nicaragüense (JRN), grupo que mantuvo una actividad internacional elevada. El 21 de febrero de 1960 participa en una conferencia de exiliados nicaragüenses en Maracaibo (Venezuela) organizada por el Frente Unitario Nicaragüense (FUN) (coalición de diversas fuerzas opositoras a Somoza). Asistieron a esa conferencia Fonseca, en calidad de delegado de la Universidad Autónoma Nacional de Nicaragua (UANN) y Silvio Mayorga, en calidad de representante de las JRN, en donde firmaron el manifiesto "Intervención sangrienta: Nicaragua y su pueblo" y su "Programa mínimo" a la vez que conocieron a otros compañeros con los que, posteriormente, formarían el FSLN. Poco después se organiza el Frente Interno de la Resistencia que según el propio Fonseca es El primer auxiliar del Ejército Defensor del Pueblo Nicaragüense.
La JRN tenía una muy escasa presencia dentro de Nicaragua (estaba más activa en los centros del exilio nicaragüense de Costa Rica, México o Cuba) pero estableció contacto con la Juventud Patriótica Nicaragüense (JPN), vinculada al Partido Conservador y fundada el 12 de enero de 1960 y en la que participaban, entre otros, José Benito Escobar, Germán Pomares, Salvador Buitrago, Roger Vásquez, Julio Buitrago, Daniel Ortega, Fernando Gordillo, Manolo Morales, Jorge Navarro, Orlando Quiñonez, Ignacio Briones, German Vogl y Joaquín Solís Piura, al calor de los acontecimientos de la Revolución cubana y su influencia en Latinoamérica. La JPN se definía como un grupo de jóvenes comprometidos con la democracia y la justicia social sin seguir el estandarte de ningún partido. En sus filas militaban Julio Buitrago y José Benito Escobar que llegarían a ser líderes importantes en el FSLN.
En el año 1960 la JPN realiza una serie de movilizaciones en diferentes ciudades de Nicaragua, Managua, Matagalpa y Carazo. Estas protestas son debidas a la represión de estudiantes que se habían saldado con la muerte de varios de ellos y como apoyo al nuevo gobierno cubano que encontraba dificultades con el gobierno somocista. La JPN jugó un importante papel en la movilización contra la dictadura. Su línea de actuación estaba al margen de los partidos opositores, como el Partido Socialista de Nicaragua o el Partido Comunista y muy lejos de la oposición conservadora. Fonseca promueve el ingreso a la JPN de Marcos Altamirano, que conocía de actividades anteriores. Altamirano pronto llega a Secretario General de la organización.
Edén Pastora junto a cinco nicaragüenses más se integra en el movimiento guerrillero "Frente Revolucionario Sandino" en Las Segovias.
A comienzos de 1961 se funda el Movimiento Nueva Nicaragua (MNN) en el que participan personas provenientes del mundo de la educación, como Carlos Fonseca, Silvio Mayorga, Tomás Borge, Gordillo, Navarro y Francisco Buitrago; personas provenientes de entornos obreros como José Benito Escobar; del campo, como Germán Pomares e incluso pequeños empresarios como Julio Jerez Suárez. También participaba en el MNN Santos López, guerrillero que había luchado con el General de Hombres Libres, Augusto César Sandino.
EL Movimiento Nueva Nicaragua estableció su base en tres ciudades del país, Managua, León y Estelí. Aunque su cuartel general se encontraba en la vecina Honduras. Su primera actividad pública se realizó el marzo de 1961 en apoyo de la Revolución cubana y en protesta de la posición que el gobierno de Nicaragua mantenía con Cuba, totalmente plegada a los intereses de Estados Unidos. El MNN se disuelve para dar paso al Frente de Liberación Nacional.
Comienzo del triunfo revolucionario
A mediados de los años 70, parte de los líderes económicos del país y la Iglesia Católica se empiezan a alinear en contra del gobierno de Somoza. Se forma un movimiento de oposición dirigido por Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, dueño del diario La Prensa, el mayor del país, y fuerzan al gobierno a realizar algunos cambios. Este grupo opositor encontró apoyo en las filas del Partido Demócrata de los EEUU y en el gobierno estadounidense de Jimmy Carter que impulsó una política exterior más respetuosa con los Derechos Humanos.[1]
El 10 de enero de 1978 es asesinado Pedro Joaquín Chamorro. El asesinato es atribuido al régimen y desata un gran malestar entre las clases medias y empresariales del país. En febrero se produce la insurrección del barrio de Monimbó de Masaya y en agosto se realiza la toma del Palacio Nacional por una columna del FSLN comandada por Edén Pastora. La negociación para la liberación de los políticos secuestrados en el Palacio Nacional hace que muchos presos políticos queden en libertad y que se pueda publicar y difundir un llamamiento a la población a la insurrección.
La insurrección se va generalizando y la represión gubernamental se agudiza y endurece llegando a realizar ataques contra la población civil. Esto hace que el FSLN adquiera apoyos y que comiencen a llegar protestas de países extranjeros que presionan al régimen somocista para que busque una salida negociada al conflicto.[1]
En marzo de 1979 las diferentes fracciones sandinistas firman el acuerdo de unidad y en junio se hace el llamamiento a la "Ofensiva Final" y se convoca una huelga general. El gobierno de EEUU intenta, mediante la OEA (Organización de Estados Americanos), parar el avance del Frente. El gobierno norteamericano intenta que la OEA destaque tropas de interposición en Nicaragua, pero no obtiene apoyo necesario de los países latinoamericanos presentes en la organización.[7] Posteriormente, poniendo como pretexto motivos humanitarios, intenta afincar tropas en Costa Rica para intervenir en Nicaragua, pero esta operación también fracasa. Lo mismo que los intentos de negociación con el FSLN para la composición de una Junta de Gobierno de Reconstrucción nacional. Finalmente, los Estados Unidos de América del Norte se ven obligados a pedir a Anastasio Somoza su renuncia a la presidencia de Nicaragua en un intento de controlar la situación. Somoza es sustituido por el presidente del Congreso Nacional, Francisco Urcuyo, que en uno de sus primeros actos como presidente hace un llamamiento al FSLN a que deponga las armas. La respuesta sandinista fue la de incrementar el avance y Urcuyo abandona el país. La Guardia Nacional se derrumba el Frente Sandinista de Liberación Nacional entra en Managua el 19 de julio de 1979 poniendo fin a la etapa dictatorial somocista asumiendo las responsabilidades de gobierno mediante la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional.
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